
Diario de las clases de catalán – Nivel Bàsic  B1
Primer dìa, 6 marzo: hace calor, mucho calor para el mes de
marzo. Día muy soleado. En la carpeta roja, que me ha dado el Consorci per la Normalizaciò Lingüística, está escrito en letras blancas: “Come and learn Catalan /Viens apprendre catalán/ Ven y aprende catalán”. Me gusta el color que han elegido.
Mi profesora de llama Teresa. Somos veinte personas. La clase es una experiencia antropológica. Tengo compañeros de Marruecos, Argelia, Méjico, Uruguay, Rusia, Portugal, Francia, Chile y no sé si me olvido de alguna nacionalidad. Españoles somos tres: Aragón, Zaragoza y Galicia.
La profesora llega tarde. No tengo muchas ganas de estar en la clase, no me apetece aprender otra lengua. Casi que no quiero hacerlo. A mi lado se sienta Toni, es ruso, joven y elegante.
La aula está muy bien cuidada. Los niños que por la mañana se sientan en mi pupitre, tienen todas las paredes llenas de dibujos, viñetas y gráficos, todo en catalán. Veo una foto de Gandhi, al lado de la pizarra y una reflexión en catalàn sobre la importancia del dialogo. Pienso que aprender lenguas sirve para dialogar y eso me conforta.
Empezamos. Nos presentamos. Aprendo a decir “Sòc la Carolyne. I ells, qui sòn?
Siempre es muy aburrido aprender estas cosas cuando aprendes una lengua nueva y sin la motivación justa, se hace todo más aburrido. Hago ejercicios de presentación con Toni. Es serio, pero tiene una seriedad agradable. A mí me gustaría hablar más con él, visto que es ruso : ¿ A qué juagaría cuando era pequeño en Rusia?¿ Su madre le llevaría la merienda cuando salía del colegio?¿ Su merienda favorita sería : bollo de leche con jamón york y queso ? Mientras pienso todas esas cosas, sigo ejercitándome con él y le digo: “ Com et dius? Em dic Rocìo.”
Bueno, casi terminó mi primera clase. Me ha hecho bien venir. Es bueno estar en movimiento, aprender cosas nuevas. ¿Por què no me gusta el sonido del catalán, por què, digo yo?! Me consuela saber que el inglés tampoco me gusta y ahora que lo sé - me costó lo suyo, por cierto- , me es muy útil, lo utilizo más de lo que pensaba y sobre todo, entiendo mucho mejor el modo de hacer británico, gracias a la compresión de la lengua. Aprender una lengua es acoger también la cultura, las costumbres y la forma de ser del lugar, por eso las lenguas no se deben imponer, se deben acoger, para acoger también todo la riqueza que llevan dentro. Deberes para hacer en casa : acoger la lengua catalana.
Primer dìa, 6 marzo: hace calor, mucho calor para el mes de
marzo. Día muy soleado. En la carpeta roja, que me ha dado el Consorci per la Normalizaciò Lingüística, está escrito en letras blancas: “Come and learn Catalan /Viens apprendre catalán/ Ven y aprende catalán”. Me gusta el color que han elegido.
Mi profesora de llama Teresa. Somos veinte personas. La clase es una experiencia antropológica. Tengo compañeros de Marruecos, Argelia, Méjico, Uruguay, Rusia, Portugal, Francia, Chile y no sé si me olvido de alguna nacionalidad. Españoles somos tres: Aragón, Zaragoza y Galicia.
La profesora llega tarde. No tengo muchas ganas de estar en la clase, no me apetece aprender otra lengua. Casi que no quiero hacerlo. A mi lado se sienta Toni, es ruso, joven y elegante.
La aula está muy bien cuidada. Los niños que por la mañana se sientan en mi pupitre, tienen todas las paredes llenas de dibujos, viñetas y gráficos, todo en catalán. Veo una foto de Gandhi, al lado de la pizarra y una reflexión en catalàn sobre la importancia del dialogo. Pienso que aprender lenguas sirve para dialogar y eso me conforta.
Empezamos. Nos presentamos. Aprendo a decir “Sòc la Carolyne. I ells, qui sòn?
Siempre es muy aburrido aprender estas cosas cuando aprendes una lengua nueva y sin la motivación justa, se hace todo más aburrido. Hago ejercicios de presentación con Toni. Es serio, pero tiene una seriedad agradable. A mí me gustaría hablar más con él, visto que es ruso : ¿ A qué juagaría cuando era pequeño en Rusia?¿ Su madre le llevaría la merienda cuando salía del colegio?¿ Su merienda favorita sería : bollo de leche con jamón york y queso ? Mientras pienso todas esas cosas, sigo ejercitándome con él y le digo: “ Com et dius? Em dic Rocìo.”
Bueno, casi terminó mi primera clase. Me ha hecho bien venir. Es bueno estar en movimiento, aprender cosas nuevas. ¿Por què no me gusta el sonido del catalán, por què, digo yo?! Me consuela saber que el inglés tampoco me gusta y ahora que lo sé - me costó lo suyo, por cierto- , me es muy útil, lo utilizo más de lo que pensaba y sobre todo, entiendo mucho mejor el modo de hacer británico, gracias a la compresión de la lengua. Aprender una lengua es acoger también la cultura, las costumbres y la forma de ser del lugar, por eso las lenguas no se deben imponer, se deben acoger, para acoger también todo la riqueza que llevan dentro. Deberes para hacer en casa : acoger la lengua catalana.
 
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